¿Qué le vamos a decir a los niños? Los niños no entienden la homosexualidad. ¡Dios mío, y si lo ven naturalmente, y mañana les da por hacerse gais! Es mejor que se mantengan apartados de ese asunto. ¿Qué tú eres? Macho. ¿Qué tú eres? Macho. ¿Cuántas novias tienes? Cinco. ¿Qué les vas a hacer? Eso mismo. ¿De qué tamaño la tiene el niño? Dile que te coja… Oye, los niños no barren. Oye, los niños no tocan las muñecas. Las niñas son las que limpian la casa… Los niños van a trabajar y buscan el dinero. Oye, no juegues con eso, que te van a decir maricón. ¡Suelta esa muñeca!
Este mundo está patas arriba. Antes los homosexuales se tenían que esconder, y ahora andan por la calle, se dan la mano y hasta se besan. Óyeme, que no respetan a nadie. No les da pena. Dice la Biblia que se verán horrores. Ya se están viendo. La peor desgracia que me puede tocar es un hijo maricón.
¡Y la televisión, y los periódicos, promocionando la homosexualidad! ¿Tú te has fijado que en todas las novelas hay personajes homosexuales? Eso esa culpa de la hija de Raúl Castro. Este país está al revés.
Menos mal que en el ICRT están cortando las series que le gustan a mi hijo. ¿Tú viste el video de Buena Fe? El de las dos muchachas que dejan a los novios y se dedican a aquello. En Lucas siempre lo cortan, menos mal. En este país van de lo sublime a lo ridículo: antes estaba prohibido y ahora quieren que todo el mundo sea homosexual.
Yo no sé adónde vamos a llegar. A este ritmo, nos vamos a quedar sin población. Porque a mí no me importa lo que haga nadie con su cuerpo, pero que lo hagan entre cuatro paredes y que no salgan por ahí a exhibirse. Como dice el refrán, cada cual que haga con su pellejo lo que le dé la gana.
¿Quién le dijo a nadie? Esta sociedad no está preparada. Ahora los homosexuales se casan en un montón de países. Pero eso no puede pasar aquí. ¿Quién dijo que eso era natural? La homosexualidad está contra Dios, contra la familia y contra la especie humana. Desde el principio fue así: hombre con mujer y mujer con hombre. Lo otro es un disparate, una aberración.
Oye, no me des la mano, que me da pena. Que no vean. Se van a dar cuenta. La gente se va a reír de nosotros. Deja que se rían. Yo te quiero. No me importa lo que diga la gente. No me importa si la sociedad está preparada o no. Me da lo mismo, porque la juventud estaba perdida desde Platón. Tú y yo nos cogemos la mano. No voy a esperar más.
Cierto que la sociedad nunca estará preparada para aceptar a los homosexuales, nunca será el mejor momento. Las leyes se adelantan o se atrasan, como va pasando en todo el mundo. En Cuba, aplastadas por el machismo, por la sociedad patriarcal, por el pasado homofóbico, por la gestión gubernamental dudosa, por la inercia… vienen en un barco que no llega. Pero la realidad es más objetiva que las leyes. Habrá homosexuales, aunque no haya leyes.
Este mundo está patas arriba. Antes los homosexuales se tenían que esconder, y ahora andan por la calle, se dan la mano y hasta se besan. Óyeme, que no respetan a nadie. No les da pena. Dice la Biblia que se verán horrores. Ya se están viendo. La peor desgracia que me puede tocar es un hijo maricón.
¡Y la televisión, y los periódicos, promocionando la homosexualidad! ¿Tú te has fijado que en todas las novelas hay personajes homosexuales? Eso esa culpa de la hija de Raúl Castro. Este país está al revés.
Menos mal que en el ICRT están cortando las series que le gustan a mi hijo. ¿Tú viste el video de Buena Fe? El de las dos muchachas que dejan a los novios y se dedican a aquello. En Lucas siempre lo cortan, menos mal. En este país van de lo sublime a lo ridículo: antes estaba prohibido y ahora quieren que todo el mundo sea homosexual.
Yo no sé adónde vamos a llegar. A este ritmo, nos vamos a quedar sin población. Porque a mí no me importa lo que haga nadie con su cuerpo, pero que lo hagan entre cuatro paredes y que no salgan por ahí a exhibirse. Como dice el refrán, cada cual que haga con su pellejo lo que le dé la gana.
¿Quién le dijo a nadie? Esta sociedad no está preparada. Ahora los homosexuales se casan en un montón de países. Pero eso no puede pasar aquí. ¿Quién dijo que eso era natural? La homosexualidad está contra Dios, contra la familia y contra la especie humana. Desde el principio fue así: hombre con mujer y mujer con hombre. Lo otro es un disparate, una aberración.
Oye, no me des la mano, que me da pena. Que no vean. Se van a dar cuenta. La gente se va a reír de nosotros. Deja que se rían. Yo te quiero. No me importa lo que diga la gente. No me importa si la sociedad está preparada o no. Me da lo mismo, porque la juventud estaba perdida desde Platón. Tú y yo nos cogemos la mano. No voy a esperar más.
Cierto que la sociedad nunca estará preparada para aceptar a los homosexuales, nunca será el mejor momento. Las leyes se adelantan o se atrasan, como va pasando en todo el mundo. En Cuba, aplastadas por el machismo, por la sociedad patriarcal, por el pasado homofóbico, por la gestión gubernamental dudosa, por la inercia… vienen en un barco que no llega. Pero la realidad es más objetiva que las leyes. Habrá homosexuales, aunque no haya leyes.